Tenía mucha expectación sobre el curso lectivo 2021-2022, concretamente con relación a las actividades extraescolares. ¿Cómo se encontrarían los directivos y profesores de los centros? ¿Existiría el mismo desgano que se percibía el curso anterior, o sería todo lo contrario? ¿Empezaría otra vez  a demandarse la presencia de Frazer en los centros y localidades?

La sorpresa fue muy grata porque no bien inicié la campaña en el Teatro Reina Victoria para el 21 de octubre, el teatro se llenó. Incluso, en un principio, había overbooking. La fascinación se contagió al propio teatro cuyo personal, una vez finalizada la representación, lo compartió en sus redes sociales. No daban crédito de la gran cantidad de alumnos y profesores que asistieron a “Tempestades”.  La propuesta es la “opera prima” de Frazer, quien me dijo en algún recodo de la vida y de la casa: “Este año, mejor Tempestades”. La última función había sido el 8 de marzo del 2020 en La Garrovilla, Badajoz.  Tuvimos que cancelar las actuaciones por fuerza mayor… el confinamiento.  Había pasado un año,  siete meses y algunos días.

Entonces fui consciente de que todo comenzaba a normalizarse, de que había muchas ganas y que los profesores volvían a estar entusiasmados. Eso dio paso a mi fervor en comenzar a organizar representaciones en los teatros. No obstante, decidí abstenerme y dejar que los propios centros me solicitaran las representaciones. Iríamos allí donde nos llamaran.

Para mi sorpresa, resultó que Frazer, por su cuenta, había solicitado el Teatro Principal de Santiago de Compostela, A Coruña,  para el 24 de noviembre y, pese a mi preocupación, funcionó. El teatro se llenó y además surgieron más representaciones en localidades cercanas: A Laracha, Cedeira, El Ferrol, Ortigueira. Esta última localidad nos ofreció la posibilidad de actuar en el Teatro de Beneficencia, una instalación construida en 1850 de estilo románico. El instituto de esta localidad “Ortigueira” y la profesora a cargo, Marta Martínez Riveiro, desviaron nuestras intenciones y  nos solicitaron la obra “Quijote” R2D2 y el caballero de la triste figura”, en lugar de “Tempestades”. También me habían pedido esta obra en Valencia, pero todavía había que poner a punto al emblemático R2D2.

Y siguiendo esa política de ir donde nos llamaran, aceptamos una función en el Teatro Capitol de Godella, Valencia. Confirmé el día solicitado casi sin revisar las distancias. Así fue como tuvimos que hacer 2.000 km en menos de 3 días. De Galicia a Valencia y nuevamente a Galicia. Wow!, pero lo hicimos.  Estábamos encantados y  nos dio un subidón enorme que nos permitió volver a lo que yo llamo “carretera y manta”, pura y dura.

Paralelo a todo esto, surgió  la posibilidad de realizar un curso de teatro para profesores en León patrocinado por el Centro de Formación Profesional de León, que se unió a otra función en una localidad llamada Mansilla de las Mulas. En esta población se unió el IES Astura. La profesora de lengua de este centro, Ángela Llamazares, ya nos conocía y teníamos una representación pendiente desde que se declaró la pandemia. Nos había solicitado la obra “Abaddon”. Fue una grata sorpresa llevarla a cabo en una antigua Iglesia llamada Santa María, del año 1220. El edificio actual es del siglo XVIII, aunque fue construido sobre el edificio anterior, que constaba de una sola nave rectangular. El edificio actual, aunque de arquitectura sencilla, consta de tres naves, planta basilical, con cúpula sobre pechinas, muy bien lograda y conservada. El retablo del altar mayor es barroco y ha sido restaurado para albergar representaciones teatrales. ¡Una joya!

Ese día, cuando nos sentamos a almorzar dentro de la caravana, y estando en ruta de vuelta a Madrid, comentamos con Frazer sobre la satisfacción de haber trabajado en menos de 15 días, en edificios tan emblemáticos y singulares de España.

En Mansillas, la concejala de cultura me regaló un libro titulado “La pícara Justina” de Francisco López Úbeda. Me sorprendió que fuera escrito en 1605, el mismo año en el que se publicó “Don Quijote” y que la protagónica fuera una mujer que, además, era mansillesa de nacimiento. Cuando me regalan un libro, lo leo. Este, en concreto, me impactó mucho, sobre todo el ingenio del autor dentro del género picaresco.

Luego nos invadió el Omicrón y todo volvió para atrás. Se cancelaron funciones por la cantidad de contagios y en este momento opera un poco el desánimo. Aún así, estamos muy contentos de haber vuelto otra vez a los escenarios.